Rhys Hughes
Conocí a Lubna al día siguiente de comprarme un par de zapatos robustos y resistentes. Estaba cansado de que mis zapatos se deshicieran después de unos meses, así que gasté dinero extra para comprar un par garantizado para que durara años. Entonces Lubna entró en mi vida. Los dos eventos no están relacionados temáticamente, pero sin esos zapatos especiales y sin esa mujer especial, ciertamente no estaría donde estoy hoy.
Lubna es sufí y me habló sobre su fe, y yo escuché con interés, y durante nuestra amistad mi interés creció y siguió creciendo. Investigué por mi cuenta y eventualmente decidí que también quería ser sufí. Revelé esto una noche tranquila mientras paseábamos bajo un cielo rayado por estrellas fugaces. Mi verdadera educación había comenzado y ha perdurado hasta este instante.
En Pakistán, la práctica del giro sufí se llama Dhamaal y es una de las formas de meditación físicamente activa que llena a un devoto de conciencia de lo inefable y ayuda a acercar un alma inquisitiva a la fuente de toda perfección. Lubna demostró la ceremonia en una habitación de su casa y mi corazón ardía de ganas de imitar sus movimientos. Cuando ella terminó, llegó mi turno.
Sí, literalmente llegó mi turno. Mientras ella tocaba el naghara cada vez más rápido, me vi girando en trance, manteniendo el ritmo con el tambor, y un hermoso sentimiento de amor y desinterés me invadió. Pero también sucedió algo más. Lubna estaba creciendo más alta, ahora estaba muy por encima de mí, con los ojos cerrados y una expresión arrobada mientras sus manos revoloteaban sobre el tambor en un deslumbrante trance.
Entonces entendí que era yo quien estaba hundiéndose. Estaba perforando el suelo. Pronto mi cabeza quedó a nivel del suelo y abrí la boca para hablar, pero no tenía nada que decir que pudiera ser más fuerte que el tambor. El naghara lo decía todo y yo era un oyente que descendía más y más profundamente en la tierra. Lubna se convirtió en una figura cada vez más distante, imposible de enfocar.
Sabía que seguiría girando mientras ella tocara el tambor, pero cuando estuviera lo suficientemente profundo, tan profundo que el mundo superficial fuera solo un punto de luz al final de un túnel extremadamente largo, ¿cómo sabría si todavía estaba tocando o no? El sonido estaría mucho más allá del alcance de mi oído. Pero seguiría sonando en mi cabeza porque ella había plantado el ritmo allí.
Vi muchas vistas curiosas en mi descenso. Al principio, la oscuridad aumentó hasta que la negrura fue casi total, luego las paredes del túnel comenzaron a enrojecerse y la visibilidad regresó, porque había penetrado bajo la corteza de nuestro planeta y ahora estaba ingresando a la zona donde fluye y brilla el magma. En lo profundo del centro de la Tierra me dirigía en un viaje espiritual al núcleo de mi alma.
Atravesé cavernas que eran burbujas en este magma y había formas extrañas de vida allí, y especies que ya no existían arriba, pero todo era un borrón, un desenfoque, una cinta de impresiones porque el giro era demasiado rápido. Exploté esas burbujas y desaparecieron como mundos despedidos por una fuerza cósmica, pero no pude dejar de girar, porque la música seguía sonando en mi mente.
Finalmente llegué al centro del mundo, pero el impulso me llevó más allá y terminé emergiendo a la luz del día del otro lado del globo. Ahí es donde finalmente encontré descanso, mis piernas en posición vertical en medio de un desierto en un país que nunca había visitado antes. Ya no había más roca para que las brocas de mis piernas mordieran. El motor se había detenido, la música había muerto.
Lubna, ahora soy un árbol solitario en un territorio estéril, un árbol de piernas muy raro. Espero que algún día descanses en la sombra inadecuada de mis pies y reces. Si mis zapatos hubieran sido menos resistentes, se habrían desgastado mucho antes de que atravesara el planeta. Si nunca te hubiera conocido, nunca habría girado con tanta alegría. Me encontré a mí mismo en el proceso. Por favor, ven y encuéntrame también.
Título original: Lubna
Traducción del inglés: Sergio Gaut vel Hartman
Rhys Henry Hughes es un escritor de fantasía y ensayista galés nacido en 1966 en Cardiff. Ha cultivado diversas formas de ficción, desde relatos cortos hasta novelas. Entre muchas otras obras, ha publicado las siguientes novelas y colecciones de cuentos: Worming the Harpy and Other Bitter Pills (1995), The Smell of Telescopes (2000), Stories from a Lost Anthology (2002), A New Universal History of Infamy (2004) –Parodia y homenaje a Jorge Luis Borges–, Engelbrecht Again (2008), Twisthorn Bellow (2010), The Brothel Creeper (2011), The Abnormalities of Stringent Strange (2013), The Pilgrim's Regress (2014), Flash in the Pantheon (2014), Brutal Pantomimes (2016), Cloud Farming in Wales (2017), The Honeymoon Gorillas (2018), Crepuscularks and Phantomimes (2020), Weirdly Out West (2021), Utopia in Trouble (2021), Comfy Rascals (2022), The Senile Pagodas (2022), Adventures With Immortality (2023), The Wistful Wanderings of Perceval Pitthelm (2023).
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