jueves, 25 de abril de 2024

EL ENIGMA DE LOS DOS FILOS

 Gabriela Vilardo

 

Nunca entendí por qué él, antes de cada función, se miraba con insistencia en aquel espejo redondo, con marco de hierro. Severa obsesión hasta que la música lo invitaba a la pista.

Con pasos precisos sobre la soga tensa, y sin red debajo de ella, el equilibrista parecía desplazarse en el vacío. Se detenía junto con la música. Giraba la vara que llevaba en sus manos. Otra vez la música y, con sutileza, se deslizaba lentamente hasta el otro extremo. Los halagos de un público aliviado le indicaban el tramo final.

Después de cada función, nos encontrábamos detrás del telón. Me acariciaba y me atribuía el resultado de su actuación.

Yo era la única persona que estaba autorizada a entrar a su carromato antes de que él empezara a actuar. La responsabilidad que me imputaba por su éxito, no era verdadera. Miraba mi bola de cristal, le prometía protección y le anunciaba un amor.

Era un juego para el equilibrista; no para mí, que trataba de descifrar puntos de coincidencia entre su caótica forma de vivir y su indiscutible equilibrio sobre la soga tensa. Había algo más que le permitía, en pocos minutos, apropiarse de una serenidad de la que carecía, cuando no estaba actuando. Y entonces, caos y desorden bastante inusual para lo que se entendía por desorden en el carromato, mi visita, premonición, risa sarcástica antes de aquella siniestra hipnosis frente al espejo detrás del telón, seguida de una actuación incomparable. Su desquiciada conducta cuando no estaba trabajando, era un obstáculo para concretar la relación amorosa que él esperaba.

La noche que marcó el final de mis deseos, el equilibrista encontró un espejo rectangular con marco de plástico en el lugar del otro. La furia y su mirada, endemoniada amenazaron a cuanto payaso se le cruzaba en el camino, responsabilizándolo de aquel cambio. No se miró en ese espejo y en menos de un segundo lo destruyó contra un cajón de madera. Los pedazos de vidrios desparramados por el estallido eran certeros testimonios de la ira. Los aplausos que lo reclamaban obligaron a los empleados del circo a armar una red, con la rapidez a que estaban acostumbrados. Recuperó la calma en poco tiempo.

La música empezó a sonar. El artista apareció, dio tres pasos y tambaleó. Avanzó con lentitud. Hizo girar la vara. Su pie izquierdo se deslizó fuera de la soga. Pude ver cómo, aquella figura que se percibía pequeña, inmersa en un haz de luz, trató de acomodarse para acortar ese camino que tenía que recorrer; sin suerte a su favor cayó pesadamente en la red. Y me estremecí. Y me odié. Por su conocida trayectoria, el público lo aplaudió de pie; pero su carrera había terminado.

Y acá estoy envejeciendo. Perdí toda oportunidad de ser amada por aquel hombre, que me había mostrado dos aristas de su personalidad que yo no estaba dispuesta a aceptar. Nunca descubriré el misterio que aquel espejo obraba en él, porque no podré desenterrarlo hasta después de su muerte.


Gabriela Vilardo es profesora en psicopedagogía, artista plástica y escritora. Nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires, en 1964. Ejerció la docencia desde el año 1989 hasta el 2016. Dictó talleres de creatividad y de apoyo a docentes. Obtuvo reconocimientos nacionales e internacionales por sus cuentos y microrrelatos, algunos de los cuales formaron parte de antologías. Publicó tres novelas juveniles: El misterio de Don Anselmo (2005) Rosendo, un esclavo en la Revolución de Mayo (2010) y Del revés (2018), En el año 2015 publicó Ausente de mí, novela que escribió con Alejandra Guallart Becerra. En el año 2018 presentó la novela De entrecasa y en 2023 SISA (novela histórica). Desde el 2016 hasta la actualidad sus cuentos han sido seleccionados por la Cátedra de Lenguaje visual 3 de la Universidad nacional de la Plata para ser ilustrados por alumnos de la Facultad de Artes Visuales, en el marco de un proyecto educativo solidario: Ilustranimada. Escribió cuentos infantiles de la historia de su ciudad natal, para un sello editorial que fue seleccionado por el Fondo de Promoción Cultural de Pergamino (en proceso de publicación). En el año 2021 obtuvo, entre otros, el primer premio de I Concurso de relatos cortos “Villa de Albuixech” (España) por el cuento “Opción B”. Participó en el taller literario del escritor Jorge Castelli y en el taller de lectura que coordina Daniel Ruiz Rubini. Actualmente participa en el TALLER 9.


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